El Ministerio de Sanidad y los panaderos fijaron en 2005 el contenido máximo de sal en el pan: un 1,8%. Según análisis de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) el acuerdo está siendo respetado por los fabricantes, pero se debería rebajar ese límite a 1,5% para que fuese más saludable.
Control
Es importante tomar menos de 5 gramos a diario de sal. Así lo establece la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, muchas veces no somos conscientes que la cantidad de sal ingerida. Son los productos elaborados los más salados, entre los que también se encuentra el pan. Debes saber que en la dieta mediterránea se recomienda comer tres panecillos al día, sobre unos 180 gramos. En la mayoría de los casos el pan ya aporta casi la mitad de sal recomendada.
Lo más sano es consumir pan fresco. Si es artesanal, mucho mejor. En el caso de los panes industriales o de los supermercados la baguette es el más salado y el de cereales el que menos. El integral tiene la ventaja de aportar fibra.
El consumo de pan envasado como el de molde no es muy alto. A mayores de la sal este tipo de pan se caracteriza por contener grasa y azúcares simples.
Existen panes frescos con menos de un 1% de sal, así como aquellos especiales que prescinden de este ingrediente para cubrir las necesidades por ejemplo de las personas hipertensas.
No se trata de eliminar el pan fresco de la alimentación, pero sí es importante elegir bien este producto apostando por la elaboración artesanal. De este modo, nos aseguramos mayor sabor y calidad.
Fuente: OCU