
A todos nos ha pasado: abrimos la bolsa del pan y vemos esas manchas verdosas o blancas que indican moho.
La tentación de “quitar la parte mala” y comer el resto es común… pero es un error grave para la salud.
¿Por qué es peligroso?
- Las esporas no se ven a simple vista
Aunque el moho se vea solo en una parte, sus raíces microscópicas se extienden por todo el alimento. - Puede producir micotoxinas
Ciertos hongos generan toxinas que pueden causar problemas digestivos, reacciones alérgicas e incluso afectar al hígado a largo plazo. - Riesgo para personas vulnerables
Niños, personas mayores o con defensas bajas pueden desarrollar infecciones respiratorias o gastrointestinales por la inhalación o ingestión de esporas. - No se soluciona con “tostarlo” o “hornearlo”
El calor puede matar al hongo visible, pero no destruye todas las toxinas que ya se han formado.
Consejos para evitarlo
- Guarda el pan en un lugar fresco y seco, preferiblemente en bolsa de tela o caja panera.
- Si no vas a consumirlo pronto, congélalo en porciones.
- Revisa periódicamente el pan y desecha cualquier pieza con moho sin dudarlo.
Recuerda: El pan con moho no se rescata, se tira.