
Cuando pensamos en trigo, lo primero que nos viene a la cabeza es pan, pasta o repostería. Pero este cereal tiene muchísimas aplicaciones que van más allá de la molienda. Te contamos algunas:
Sémola y Cuscús
La sémola de trigo duro se utiliza para preparar cuscús, bulgur y algunas pastas artesanales. Aporta una textura y sabor únicos.
Trigo Inflado
Perfecto para desayunos o snacks saludables, el trigo inflado se puede consumir solo o mezclado con chocolate, miel o yogur.
Trigo en Grano (Cocido)
Ideal en ensaladas, guisos o como sustituto de otros cereales (tipo arroz), aporta fibra y un extra de proteínas vegetales.
Bebidas Vegetales de Trigo
Alternativas a las leches vegetales tradicionales, son digestivas y sostenibles.
Uso Industrial y Cosmético
El almidón de trigo se emplea en cosmética natural (cremas, polvos matificantes) y en la industria textil o papelera como aglutinante y espesante.
Bioplásticos y Biocombustibles
A partir de residuos del trigo (como la paja o el salvado) se desarrollan envases biodegradables y combustibles sostenibles.
El trigo no solo alimenta, también innova.
Cada vez más empresas buscan alternativas ecológicas basadas en este cereal ancestral.