
- Porque transforma la masa en pan
Hasta antes del horneado, solo tienes una masa viva llena de aire y humedad.
Cuando entra al horno ocurre la magia:
- Se activa la última fermentación (“oven spring”)
- El calor mata la levadura, detiene la fermentación
- Se gelatiniza el almidón
- Se solidifica el gluten
- Se forma la corteza
Es el paso final donde todos los procesos se fijan.
- Porque la temperatura y el vapor definen la calidad
En pan artesanal, no basta con calentar:
hay que controlar temperatura y humedad:
- Alta temperatura (220–250 °C): crea buena expansión y corteza crujiente
- Vapor inicial: mantiene la superficie elástica para que el pan suba más
- Calor seco final: seca y dora la corteza
Sin vapor → corteza dura demasiado pronto → pan chato y sin brillo.
- Porque da forma y estructura
El horno es quien “congela” el resultado:
- Fija la forma final
- Define la miga (interior)
- Sella la corteza para conservar la humedad interna
Un buen horneado = pan ligero, crujiente y aromático
- Porque desarrolla el sabor y color
En el horno ocurre la reacción de Maillard y la caramelización:
- Se generan aromas tostados
- La corteza adquiere su color dorado
- El sabor se vuelve profundo y complejo
Un pan pálido o sin aroma suele ser de horneado deficiente.
- Porque cada horno influye en el resultado
El tipo de horno cambia el pan:
- Horno de leña: sabor rústico, calor envolvente
- Horno de piedra: calor uniforme, corteza perfecta
- Horno eléctrico profesional: control exacto de temperatura y vapor
- Horno doméstico con piedra refractaria: opción artesanal casera
Los panaderos artesanos conocen su horno como un instrumento musical: cada pan se ajusta a su “personalidad”.
