
Desde la página web oficial de la Organización de Consumidores y Usuarios nos ofrecen una serie de recomendaciones a la hora de comprar pan. Lo primero que apuntan es que el pan fresco no suele llevar etiqueta de ningún tipo. Por lo tanto, más que elegir por los ingredientes, hay que usar los sentidos.
Fíjate en que…
- La corteza esté bien formada y tostada por igual. Si es demasiado fina el pan se endurece pronto. Tampoco debe presentar zonas quemadas ni burbujas en la corteza.
- El aroma sea agradable, a tostado y un poco acético (como a vinagre) por la levadura.
- La textura sea crujiente, pero sin exagerar y que la miga tenga consistencia. Según el tipo de pan la miga será más o menos compacta. Eso sí, las grandes burbujas dentro de la miga se consideran defectos.
- El sabor típico del pan sea bastante equilibrado, entre dulce y salado. Así se podrá combinar con muchos alimentos distintos.
Panes crujientes y tortas finas y aplastadas
Ideales para el aperitivo.
Panes de miga abierta
Perfectos para acompañar embutidos y quesos.
Panes integrales o de tipo gallego
Para verduras.
Pan de barra
Para el pescado.
Pan candeal
Para la carne.
Normas de conservación
- Guardar el pan en una bolsa de tela o papel para que entre aire. Nunca en plástico o papel de aluminio.
- No meter en la nevera porque el frío endure el pan y afecta al almidón.
- Los panes de corteza gruesa, chapata, candeal o los tipo gallego o payés son los mejores para congelar.
Fuente: OCU