Comer pan fresco es un gusto. Esto sucede cuando se disfruta de la corteza crujiente y la miga suave y esponjosa. Cuando va envejeciendo el pan pierde agua, la miga se endurece y la corteza se hace gomosa. Además, el sabor ya no será el mismo.
Para alargar la vida de un pan hecho en casa o comprado en tu panadería habitual debes seguir las siguientes recomendaciones:
Uno o dos días
El pan se mantendrá fresco unos días si lo guardas en una bolsa de tela, una bolsa de papel o una panera. Eso sí, hay que colocarlo en un lugar limpio, seco y fresco. Nunca optes por una bolsa de plástico porque se reblandece y desarrolla moho de forma más rápida. Si no tienes una bolsa de tela, también puedes envolver la pieza de pan en un paño limpio de cocina.
Congelador
Si tu idea es almacenar el pan por más tiempo la opción es congelar. Cuando el pan esté frío se congelará preferiblemente por porciones ya que no se podrá volver a congelar. En este caso utiliza plástico transparente, bolsas de plástico para congelación o papel de aluminio.
A la hora de descongelar el pan el procedimiento es muy sencillo. Se deja a temperatura ambiente durante unos minutos o se mete en el horno durante cinco o diez minutos como máximo a una temperatura de 70ºC. De este modo el pan ya recupera su frescura.
La principal ventaja de congelar pan es que dura como mínimo seis meses.
Tostadas
Otra alternativa para el pan previamente congelado o no es tostarlo. Si por algún motivo está ya endurecido, se puede humedecer ligeramente y hornear durante unos minutos también a 70ºC.
¿Sabías que los panes que se elaboran con harinas sin gluten como el centeno admiten más agua y se mantienen frescos durante más tiempo?
Fuente: www.thegourmetjournal.com