Forma y olor son los principales puntos que observar para saber si el pan es artesano y de calidad. No obstante, hay más pistas que nos ayudarán a distinguir un buen pan a primera vista. Toma nota de los siguientes útiles trucos:
No existe la forma perfecta
Es decir, si todas las piezas son iguales desconfía porque el producto no es artesanal. Aquellos panes que se elaboran artesanalmente son distintos entre sí porque el obrador los corta a mano.
La importancia del tamaño
Debes saber que los panes de mayor volumen son los que tienen mejor sabor debido a que la fermentación se desarrolla mejor en proporciones más grandes. Según el peso puedes distinguir un pan industrial que apenas pesan 20 gramos de uno artesano que llegan a triplicar esa cantidad.
Desconfía de la miga demasiado blanca
No es sinónimo de calidad porque una coloración clara de esta parte del pan significa que se ha usado en su elaboración harinas refinadas. Por otra parte, cuanta más elasticidad en la miga peor. Asimismo, existe un truco que es introducir un dedo en la miga. Si el agujero permanece es un pan industrial y si por el contrario vuelve a su sitio es artesanal.
La corteza crujiente
Si es un buen pan nunca debe separarse rápidamente.
El tiempo influye
La duración media del pan es de varios días si es artesanal y se guarda en una bolsa de tela. Por lo tanto, si un pan se pone duro al cabo de pocas horas es que no es bueno.
Fíjate en la base
Porque si tiene forma de rejilla estamos ante una barra o pieza industrial que se ha cocido en un horno con ventilador. Todo pan artesanal que se hace en hornos tradicionales tiene una base lisa.
Por último, aunque no se puede ni saborear ni oler todos los panes de la panadería muchas veces se aprecia un aroma que si se mantiene durante horas es prueba de que se trata de un buen producto.
Fuente: HERALDO