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Un buen pan artesano requiere de ingredientes naturales, tiempo y paciencia. Para distinguirlo a veces es suficiente solo el sabor, pero debes saber que también es más fácil de digerir y dura más tiempo fresco. Por lo tanto, siempre será más saludable que los panes industriales.

Alrededor de seis horas necesita el proceso de elaboración de un pan artesanal mientras que el pan industrial se amasa con aditivos reduciendo la duración a dos horas y media aproximadamente.

Aspectos clave
  • Un pan artesano no tiene una forma perfecta porque cada pieza es única y ningún pan es igual a otro. En cambio, el pan industrial al estar hecho a máquina sí que es uniforme.
  • Fíjate en la miga. Cuanto más blanca peor será el pan porque significa que ha sido elaborado con una harina muy refinada y nada saludable. Tampoco es buena señal que la miga se estire como un chicle porque sería debido a una fermentación rápida.
  • La miga debe tener agujeros grandes e irregulares. Así nos aseguramos de que la cocción se hizo en un horno artesano.
  • Si al día siguiente el pan ya está duro y reseca se trata del industrial. Un buen pan dura fresco varios días si se conserva en una bolsa o paño de tela.
  • Un pan natural y artesano pesa. Aunque parezca lo contrario, los panes más pesados son mejores para el estómago.
  • La corteza será de color pardo, crujiente y gruesa. De este modo se mantienen las propiedades para que el pan dure fresco.
  • Un pan artesano tendrá la suela plana, pero los panes con base en forma de rejilla denotan una producción industrial.
  • El olor y sabor de un pan artesano es característico y auténtico. Sabe a campo, a semillas y tiene un aroma a masa madre y harina. El pan industrial siempre sabrá igual.
  • La digestión de un pan artesano será buena y nos aportará todos los nutrientes sin grasas y con un bajo índice glucémico. En cantidades moderadas el pan no engorda a pesar de lo que dice el mito.
  • En las panaderías encontraremos el pan artesanal mientras que el industrial se vende en supermercados, gasolineras y demás comercios.

Panadería Cuatro Caminos se esfuerza por mantener los métodos más tradicionales de elaboración de sus productos. Todos ellos exentos de cualquier aditivo químico que pueda ser perjudicial para la salud.

Fuente: LA RAZÓN