A pesar de la nueva normativa el fraude del pan es un tema que sigue de actualidad. Principalmente porque no todo lo que se vende en el mercado como artesano y de calidad lo es. Para poder identificar un pan artesano auténtico los panaderos dan una serie de pautas.
Aspecto único
Las copias iguales de panes son una señal de que se trata de pan industrial. Por el contrario, una pieza de pan artesanal nunca será exacta al resto porque el panadero dedica tiempo y esfuerzo a cada una. Además, a mayor volumen mejora el proceso de fermentación y el nivel organoléptico del producto.
Peso, sinónimo de calidad
Que un pan sea denso y pesado no quiere decir que sea menos digerible, sino que es artesano y mucho más saludable. Es decir, cuanto más pese, mejor será para el estómago.
En perfecto estado varios días
Aquel pan que apenas tenga 24 horas de frescura y consistencia es de mala calidad. Pero el que se elabora por la receta tradicional dura hasta cinco días si se conserva correctamente en una bolsa de tela.
Olor y sabor característico
El pan artesano sabe y huele a pan auténtico. En cambio, las versiones industriales son más inoloras e insípidas
Desconfía de la miga demasiado blanca
Se trata de una señal que indica que se han utilizado harinas muy refinadas. Es importante que observes que la miga sea alveolada e irregular.
Corteza siempre crujiente
Más pistas: brillante y dorada.
Base lisa y uniforme
Si le das la vuelta al pan comprobarás si ha sido cocido en horno de piedra. Los que tienen forma de rejilla vienen de una producción industrial.
Evita el pan caliente
Es una forma de camuflar las carencias nutricionales. A pesar de que resulta muy tentador para el paladar, si te fijas los panaderos artesanos nunca venden el pan con alta temperatura porque reduciría su sabor y aroma. También puede ser perjudicial para la digestión.
Fuente: Alimente
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