Cuando se trata de pan artesano, es fundamental ser consciente de que no todo lo que se etiqueta como «integral» realmente lo es. A continuación, te explico cómo asegurarte de que el pan artesano que compras es verdaderamente integral:
- Ingredientes: El primer y más importante paso es revisar la lista de ingredientes. Un pan integral auténtico debe tener como primer ingrediente «harina integral» o «grano entero». Asegúrate de que no se mencione «harina refinada» o «harina de trigo» sin la palabra «integral» al lado, ya que estos términos indican el uso de harina procesada, que ha perdido gran parte de sus nutrientes.
- Consistencia y textura: El pan integral artesano suele ser más denso y menos esponjoso que el pan hecho con harina refinada. Esto se debe a que la harina integral contiene todo el grano, incluyendo el salvado y el germen, lo que aporta más fibra y nutrientes. Si el pan es demasiado ligero y esponjoso, puede ser una señal de que no es 100% integral.
- Color: Aunque el pan integral tiende a ser más oscuro que el pan blanco, el color no siempre es un indicador fiable. Algunos panaderos pueden agregar melaza o colorantes naturales para oscurecer el pan. Por lo tanto, no te dejes engañar solo por el color; la lectura de la etiqueta sigue siendo clave.
- Fibra: El contenido de fibra es un buen indicador de la autenticidad del pan integral. Un pan integral artesano auténtico debería tener un alto contenido de fibra, generalmente alrededor de 2 a 4 gramos por rebanada. La fibra proviene de las partes del grano que se mantienen en la harina integral.
- Consulta al panadero: Si tienes dudas, no dudes en preguntar al panadero sobre los ingredientes y el proceso de elaboración. Un panadero artesano legítimo estará dispuesto a compartir detalles sobre sus productos y métodos.
Verificar estos aspectos te ayudará a garantizar que estás consumiendo un verdadero pan integral, beneficiando tu salud con cada rebanada.